miércoles, 30 de noviembre de 2011

hablar en público

Creo que al poder expresarnos ante la gente, es una cualidad que debemos mejorar. No tenemos que temer al fracaso o a los errores que podamos cometer. Necesitamos( y sobre todo en el trabajo) tener confianza en nosotros mismos, y demostrar a los demás lo que sabemos hacer.
Al igual que los políticos, actores o abogados, en muchos más oficios, es necesario comunicarnos y hablar en público para poder conseguir los objetivos de nuestro trabajo y poder evolucionar.

BILLY ELIOT

Resumen: La película trata de un niño que vive en un barrio de clase obrera, su madre murió y el niño vive con su padre, su hermano y su abuela.
El es el que se hace cargo de esta mientras su padre y su hermano están trabajando. Toda su familia esta pasando una mala situación porque el padre y el hermano están en huelga en el trabajo. El niño practica boxeo y empieza a interesarse por el ballet, el padre no lo deja que de clases y el lo tiene que hacer a escondidas asta que el padre lo descubre, ve lo bien que baila y decide dejar que vaya a una escuela de ballet. Al final se convierte en un gran bailarín.
Comentario: En la película se ve la poca comunicación que hay dentro de la familia.
EL padre está demasiado preocupado por su trabajo que no piensa en su hijo ni en lo que quiere este, tampoco quiere dejarlo bailar por lo que diga la gente en vez de ponerse en el lugar de su hijo (empatia) y ayudarlo a cumplir su sueño, pero al final se da cuenta y intenta ayudarlo en todo.
El hijo tampoco quiere contarle nada al padre porque piensa que este no lo va a entender.
En definitiva esto demuestra que una mala comunicación dificulta las relaciones, por eso siempre hay que hablar, demostrar nuestros sentimientos y apoyar en todo lo que haga falta o los demás.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La Escucha Activa


Que es la escucha activa:
Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. 
La diferencia de oír y escuchar, el oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona. Escuchar es un proceso psicológico que, partiendo de la audición, implica otras variables del sujeto: atención, interés, motivación, etc.

Habilidades para la escucha activa:
ž Mostrar empatía: Escuchar activamente las emociones de los demás es tratar de "meternos en su pellejo" y entender sus motivos. Es escuchar sus sentimientos y hacerle saber que "nos hacemos cargo", intentar entender lo que siente esa persona. No se trata de mostrar alegría, si siquiera de ser simpáticos. Simplemente, que somos capaces de ponernos en su lugar. Sin embargo, no significa aceptar ni estar de acuerdo con la posición del otro.
ž Parafrasear. Este concepto significa verificar o decir con las propias palabras lo que parece que el emisor acaba de decir. Es muy importante en el proceso de escucha ya que ayuda a comprender lo que el otro está diciendo y permite verificar si realmente se está entendiendo y no malinterpretando lo que se dice
ž Emitir palabras de refuerzo o cumplidos. Pueden definirse como verbalizaciones que suponen un halago para la otra persona o refuerzan su discurso al transmitir que uno aprueba, está de acuerdo o comprende lo que se acaba de decir.
ž Resumir: Mediante esta habilidad informamos a la otra persona de nuestro grado de comprensión o de la necesidad de mayor aclaración.
Pautas para seguir una escucha activa:
Preparación: En la preparación nos predispondremos mental y físicamente para prestar la atención necesaria durante la entrevista. En la preparación tendremos presente tres aspectos: la elección del momento y el lugar para la comunicación, la recopilación y el análisis de la información sobre nuestro interlocutor y presentar una actitud positiva hacia la escucha.
ž Posición y mirada: A lo largo de la entrevista presentaremos una posición adelantada, avanzando el cuerpo desde la cintura y miraremos fijamente a los ojos de quien nos habla. Además, respetaremos la distancia con nuestro interlocutor teniendo en cuenta el tipo de relación que tenemos con él. 
ž Reforzar al interlocutor: Aplicaremos una serie de técnicas para demostrar a nuestro interlocutor que le prestamos atención. Estas técnicas son: el refuerzo positivo, la paráfrasis, la reformulación, la ampliación, la técnica de las preguntas, el silencio, asentir con la cabeza y las expresiones faciales. 
ž Observar el lenguaje no verbal: Durante el proceso de escucha activa observaremos su lenguaje no verbal, es decir, sus gestos corporales, sus expresiones faciales y sus características de la voz, tales como el tono, la intensidad y el ritmo.
Existen una serie de gestos corporales que nos indica que nuestro interlocutor nos está mintiendo. Los gestos corporales que delatan que nuestro interlocutor está faltando a la verdad son:
Taparse la boca con una o las dos manos mientras habla.
Acariciar con los dedos los bordes de la boca al conversar.
Tocarse la nariz al hablar, ya sea un frotamiento rápido debajo de la nariz o un toque rápido y casi imperceptible.
Mostrar una sonrisa falsa, es decir, sonreír sólo con la boca y el lado izquierdo de la sonrisa aparece más elevado que el derecho. Las sonrisas verdaderas producen arrugas en los ojos y son simétricas, los dos lados de la sonrisa son iguales.
 Obtener las ideas principales: Detectaremos las palabras clave que sustentan el mensaje de nuestro interlocutor. Relacionaremos dichas palabras clave para extraer las ideas principales del mensaje.
Retroalimentación: Finalmente, mediante la retroalimentación transmitiremos a nuestro interlocutor el resumen del mensaje que hemos escuchado, demostrándole que hemos interpretado correctamente su mensaje.  Conociendo en profundidad el proceso de la escucha activa y practicando sus técnicas, lograremos desarrollar nuestra capacidad de escucha activa.
Beneficios:
  Creamos un clima positivo para la comunicación, logrando que ésta sea más efectiva.
·  Captamos el sentido exacto del mensaje del emisor, reduciendo los malentendidos.
·  Obtenemos información relevante sobre nuestro interlocutor. Al escuchar activamente a nuestro emisor, le demostramos que tenemos consideración por su punto de vista, acrecentando su autoestima. Esto provoca que nos continúe facilitando información importante.
·  Aprendemos de las experiencias de nuestros interlocutores. Adquirimos nuevos conocimientos enriquecedores.
·  Al prestar atención al emisor, podemos identificar sus objetivos y sus sentimientos, reflexionar sobre su mensaje, confirmar la congruencia de la información facilitada y buscar soluciones a los problemas que van surgiendo.
·  Mostrando interés por quien nos está hablando, podemos solicitar aclaraciones o ampliaciones de la información suministrada.
·  Prestando atención y demostrando interés por nuestro interlocutor, nos podremos ganar su confianza, y además, estrechar la relación con él.
Errores y enemigos al escuchar:
La escucha activa nos permite afrontar comunicaciones efectivas, ganarnos la confianza de quien no habla y estrechar la relación con éste.
La escucha activa posibilita que se desarrollen con éxito las comunicaciones.
Sin embargo, a lo largo de las entrevistas podemos cometer una serie de errores que pueden afectar al propio proceso de comunicación, llegando incluso a romper la comunicación.
· Interrumpir a nuestro interlocutor mientras está hablando.
· Dedicar más tiempo a hablar nosotros que a escuchar a nuestro interlocutor.
· Distraernos. No prestar la suficiente atención.
· No elegir el sitio correcto para la entrevista ya sea por  ruido o por falta de luz.
· Pensar que vamos a decir cuando nos toque hablar, en vez de concentrarnos en el discurso de nuestro interlocutor.
· Prejuzgar el mensaje de nuestro interlocutor.
· Interpretar su comunicado desde nuestro punto de vista, en vez de hacerlo desde su punto de vista.
· Dirigir la conversación hacia nuestros intereses, en vez de dejar que nuestro interlocutor nos revele sus pensamientos.
· Realizar preguntas cerradas que impiden que nuestro interlocutor desarrolle sus ideas.
· Realizar una escucha selectiva, prestando atención sólo a las partes del mensaje que nos resultan interesantes.
· Sermonear, mandar o reprochar a nuestro interlocutor.
· Dar lecciones o aconsejar.
· Desaprobar, cuestionar o quitar la razón al otro.
· Insultar o despreciar a nuestro interlocutor.
· Ironizar o reírnos del otro.
· Descalificar o subestimar el mensaje.
 
Cuando se puede o no se puede utilizar la escucha activa:
Se puede y se debe escuchar activamente a lo largo de todo el proceso de media­ción, aunque en la fase numero dos (cuéntame) es cuando se puede emplear más acti­vamente. Al escuchar, se ayuda a las partes a que aprendan a escucharse entre ellas. Además escuchándoles ayudamos a que las partes aprendan a escucharse entre ellas.
Esta herramienta no se puede utilizar cuando hay algo que está interfiriendo e impidiendo centrarse en el otro, por múltiples motivos: suena el timbre y te tienes que ir, o uno de los que está en conflicto dice o hace algo que tú no puedes aceptar. En esos casos, es mejor no empeñarse en comprender al otro y cortar el proceso o hablar en primera persona.

LA EMPATÍA.

ÍNDICE

1. ¿Qué es la empatía?

2. Estrategia para desarrollar la empatía.

3. ¿Cómo se desarrolla la empatía?

4. Obstáculos de la empatía.

5. Cómo expresar la empatía.

6. ¿Cómo manifestamos nuestra empatía?

7. Empatía cognitiva y empatía emocional.

1. ¿Qué es la empatía?

La empatía es la capacidad de entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás y compartir sus sentimientos.

No es necesario pasar por las mismas vivencias y experiencias para entender mejor a los que nos rodean, sino ser capaces de captar los mensajes verbales y no verbales que la otra persona nos quiere transmitir, y hacer que se sienta comprendida de manera única y especial.

La capacidad o proceso de penetrar profundamente, a través de la imaginación, dentro de los sentimientos y motivos del otro.

Implica ponerse "en los zapatos, o en la piel del otro", de manera de entender realmente sus penas, sus temores, o más positivamente hablando, sus alegrías.

Lo opuesto de empatía, en términos de comunicación, es invalidación. Es lo que sucede cuando alguien expresa un sentimiento, y la persona a quien le habla contradice o rechaza el mismo. Y cuando se encuentra ansioso, triste, temeroso, o mal en algún modo, el rechazo es muy doloroso.

Lo interesante es, que la pena por el rechazo puede ser aún más profunda cuando la otra parte no tolera su dolor. En realidad la persona en la que se confió puede creer sinceramente estar ofreciendo apoyo, pero fracasa porque no existe empatía.

EJEMPLO:

...Acompañaba a una amiga, cuyo bebé de 8 meses era tratado por cancer. Me sentaba con ella, y por horas escuchábamos un visitante tras otro decir "No te preocupes, todo saldrá bien". Cuando finalmente nos encontrábamos a solas me miraba con sus ojos en lágrimas y me decía: "¿No saben que tanto optimismo me hiere?¿No se dan cuenta de que no me dejan hablar acerca de lo que más pienso; de que podría no mejorar? Es como si pusiesen una mano en mi boca para callarme. Tengo que mentir y sonreír una y otra vez. El "todo saldrá bien" sólo me hace sentir peor. ¿Por qué toda esa gente no para con su optimismo y escucha un poco?...

¿¿ Cómo crees que le sienta esto a algunas personas??

A pesar de que algunas personas puedan gozar el ser deliberadamente abusivas, la mayoría no son crueles cuando responden inconscientemente. Lo que les falta es habilidad para comunicarse. No se dan cuenta que al minimizar la pena del otro, la maximizan.

Cuando usted responde al arranque de pena o ansiedad de su amigo con: "Te sentirás mejor mañana" o "No te preocupes, el tiempo lo cura todo", usted puede estar dándole el siguiente mensaje: "Debe haber algo mal en ti para quejarte cuando no existe nada de que quejarse"

El bien intencionado consejo "¡Date un baño bien caliente y te animarás!" podría ser interpretado: "Deberías ser capaz de resolver esto por ti mismo" o "Los demás parecen arreglárselas en situaciones como esta".

DINÁMICA:

CONCEPTO POSITIVO DE SÍ MISMO

OBJETIVO: Demostrar que sí es aceptable expresar oralmente las cualidades positivas que se poseen.

TAMAÑO DE GRUPO: 20 participantes.

TIEMPO REQUERIDO: 15 minutos.

LUGAR: Un salón amplio que permita a los participantes estar sentados y comentar.

DESARROLLO:

I. Divida a los asistentes en grupos de dos. Pida a cada persona escribir en una hoja de papel cuatro o cinco cosas que realmente les agradan en sí mismas. (NOTA: La mayor parte de las personas suele ser muy modesta y vacila en escribir algo bueno respecto a sí mismo; se puede necesitar algún estímulo del instructor. Por ejemplo, el instructor puede revelar en forma "espontánea" la lista de cualidades de la persona, como entusiasta, honrada en su actitud, seria, inteligente, simpática.)

II. Después de 3 ó 4 minutos, pida a cada persona que comparta con su compañero los conceptos que escribieron.

III. Se les aplicará unas preguntas para su reflexión: ¿Se sintió apenado con esta actividad? ¿Por qué? (Nuestra cultura nos ha condicionado para no revelar nuestros "egos" a los demás, aunque sea válido hacerlo). ¿Fue usted honrado consigo mismo, es decir, no se explayó con los rasgos de su carácter? ¿Qué reacción obtuvo de su compañero cuando le reveló sus puntos fuertes? (por ejemplo, sorpresa, estímulo, reforzamiento).

2. Estrategia para desarrollar la empatía.

Es evidente que hay personas que por diversas razones tienen mucha capacidad empática y sin embargo otras, poseen enormes dificultades para entenderse con la gente y ponerse en su lugar.

En cualquier caso, conviene saber que las habilidades empáticas se pueden potenciar y desarrollar:

En cuanto a las actitudes que se deben tener para desarrollar la empatía destacan:

. Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios.

·Prestar atención y mostrar interés por lo que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que el otro siente, sino que tenemos que demostrárselo.

·No interrumpir mientras nos están hablando y evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar consejos en lugar de intentar sentir lo que el otro siente.

. Habilidad de descubrir, reconocer y recompensar las cualidades y logros de los demás.

Esto va a contribuir, no solamente a fomentar sus capacidades, sino que descubrirán también, nuestra preocupación e interés por ellos.

3. ¿Cómo se desarrolla la empatía?

La empatía se da en todas las personas en mayor o menor grado.

No se trata de un don especial con el que nacemos, sino de una cualidad que podemos desarrollar y potenciar.

La capacidad para la empatía empieza a desarrollarse en la infancia.

Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que nos enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a descubrir y comprender los de los demás.

Si los padres no saben mostrar afecto y comprender lo que sienten y necesitan sus hijos, estos no aprenderán a expresar emociones propias y por consiguiente, no sabrán interpretar y sentir las ajenas.

De ahí la importancia de una buena comunicación emocional en la familia desde el principio.

La capacidad para la empatía se desarrollará más fácilmente en aquellas personas que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptadas y comprendidas, han recibido consuelo cuando lloraban y tenían miedo, han visto como se vivía la preocupación por los demás...

En definitiva, cuando las necesidades afectivas y emocionales han estado cubiertas desde los primeros años de vida.

han descrito 2 tipos de empatía: la "empatía cognitiva", que constituye una comprensión del estado interno de otra persona, y "empatía emocional" (o afectiva), que involucra una reacción emocional por parte del individuo que observa las experiencias de otros y se coloca en el lugar del mismo (Goleman).

4. Obstáculos de la empatía.

Existen una serie de barreras que suelen impedir este acercamiento.

Entre los errores que solemos cometer con más frecuencia a la hora de relacionarnos con los demás están esa tendencia a quitarle importancia a lo que le preocupa al otro e intentar ridiculizar sus sentimientos; escuchar con prejuicios y dejar que nuestras ideas y creencias influyan a la hora de interpretar lo que les ocurre; juzgar y acudir a frases del tipo "lo que has hecho está mal", "de esta forma no vas a conseguir nada", "nunca haces algo bien"... ; sentir compasión; ponerse como ejemplo por haber pasado por las mismas experiencias; intentar animar sin más, con frases como "ánimo en esta vida todo se supera"; dar la razón y seguir la corriente....Todo esto, lo único que hace es bloquear la comunicación e impedir que se produzca una buena relación empática.

Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más dificultades para pensar en los demás y ponerse en su lugar.

Por lo tanto, para el desarrollo de la empatía tendríamos que ser capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro.

5. Como expresar la empatía.

Hay varias formas de expresar empatía.

Una de ellas es hacer preguntas abiertas. Preguntas que ayudan a continuar la conversación y le hacen ver a la otra persona que estamos interesados por lo que nos está contando.

Es importante, también, intentar avanzar lentamente en el diálogo, de esta forma estamos ayudando a la otra persona a que tome perspectiva de lo que le ocurre, dejamos que los pensamientos y sentimientos vayan al unísono y nos da tiempo de asimilar y reflexionar sobre el tema.

Antes de dar nuestra opinión sobre el tema, debemos esperar a tener información suficiente, cerciorarnos de que la otra persona nos ha contado todo lo que quería y de que nosotros hemos escuchado e interpretado correctamente lo esencial de su mensaje.

En ocasiones los otros no necesitan nuestra opinión y consejo, sino saber que los estamos entendiendo y sintiendo lo que ellos nos quieren transmitir.

Cuando tengamos que dar nuestra opinión sobre lo que nos están contando es muy importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir con nuestros comentarios.

Para esto es muy importante ser respetuoso con los sentimientos y pensamientos de la otra persona y aceptar abiertamente lo que nos está contando.

Es aconsejable tener una buena predisposición para aceptar las diferencias que tenemos con los demás, ser tolerantes y tener paciencia con los que nos rodean y con nosotros mismos.

Aunque ser tolerante no quiere decir que tengamos que soportar conductas que nos hacen daño o que pueden hacer daño a otros, sino aceptar, comprender y respetar las diferencias.

Dinámica: trata de conocerse

Esta actividad es más apropiada para el invierno, momento en que llevan mucha ropa.

Se escogen cuatro niñas/niños que se pondrán al frente de la clase.

Esas niñas se ponen sus abrigos, gorros, bufandas, diadema, gafas, goma del pelo,

guantes y mochilas si lo tienen.

El resto observará detenidamente qué ropa llevan puesta.

Ahora pedimos a todo el grupo que cierre los ojos y cambiamos a las niñas elegidas sus

ropas poniendo a cada una prendas de otra.

Ahora se abren los ojos y las niñas dirán qué cambios hubo y a quién pertenece cada

prenda de ropa.

Lo repetiremos con otras niñas y niños.

Como se hace largo y a veces no tenemos todo el tiempo que queremos, podemos decir

a todo el grupo que se ponga la ropa que ha llevado.

Después cierran los ojos y les intercambiamos diferentes prendas de vestir.

Al abrir los ojos, contarán los cambios que van descubriendo.

Podemos hacerlo cambiando objetos muy visibles del salón de clase

Es la capacidad para conocer lo que le sucede a la otra persona y sus sentimientos.

Es una fase fundamental para regular los conflictos que tenemos con otra persona

de forma positiva.

6. ¿Cómo manifestamos nuestra empatía?

·Cuando percibimos la emoción dominante de la persona, la nombramos, decimos el nombre que tiene esa emoción.

·Pidiéndole a la persona que nos diga lo que esté necesitando más, aquí y ahora.

·Tratando de entender su punto de vista, reformulándolo luego, sin tratar de modificarlo (ella misma, más adelante, va a modificar el punto de vista que ella tiene de la situación).

Habilidades para practicar la empatía

Cuando desarrollamos la empatía (la cuarta de las habilidades prácticas de la Inteligencia Emocional) las emociones de los demás resuenan en nosotros. Sentimos cuáles son los sentimientos del otro, cuán fuertes son y qué cosas los provocan. Esto es difícil para algunas personas, pero en cambio, para otras, es tan sencillo que pueden leer los sentimientos tal como si se tratase de un libro.

Es importante aquí hacer una distinción entre la empatía y la simpatía. La simpatía es un proceso que nos permite sentir los mismos estados emocionales que sienten los demás, los comprendamos o no.

Sin embargo, la simpatía es un proceso puramente emocional, que tiene con la empatía la misma relación que puede tener un cuadro pre-hecho con la obra de un artista. En el primero, podemos llenar los espacios correctos con los colores adecuados o las emociones adecuadas, y obtener una copia aceptable del original, sin necesidad de entender claramente qué significa el cuadro.

La empatía es algo diferente: involucra nuestras propias emociones, y por eso entendemos cabalmente los sentimientos de los demás, porque los sentimos en nuestros corazones además de comprenderlos con nuestras mentes. Pero además, y fundamentalmente, la empatía incluye la comprensión de las perspectivas, pensamientos, deseos y creencias ajenos.

La simpatía es un pobre sustituto de la empatía, si bien en algunos casos, en los cuales las personas no pueden sentir empatía respecto de algunas emociones, la simpatía es mejor que nada. Sin embargo, para avanzar al siguiente estadio de la conciencia emocional, se requiere verdadera empatía.

7. Empatía cognitiva y empatía emocional

Empatía cognitiva: Se refiere al hecho de entender, comprender o ponerse en el lugar de…, lo que se relaciona con la capacidad de tomar la perspectiva o adoptar el punto de vista del otro. Constituye una comprensión del estado interno de otra persona. La empatía es una respuesta afectiva - cognitiva en virtud de que se activa por el estado de necesidad de otra persona y su intensidad se relaciona con la rapidez e intensidad de la ayuda subsiguiente, la que también depende de la información acerca de los pensamientos, sentimientos del otro y cuánto valoramos el bienestar de éstos.

Empatía emocional:
Alude a la capacidad de sentir lo que los protagonistas sienten, implicarse afectivamente o sentirse preocupado por sus problemas. Involucra una reacción emocional por parte del individuo que observa las experiencias de otros y se coloca en el lugar del mismo